Te sientes feliz pero igualmente estas destrozado por dentro. Sonríes pero las lágrimas están ahí. Crees que has vuelto a sentir, pero a la vez sabes que no es lo mismo. La miras, y te sientes afortunado, pero no hace que te tiemblen las piernas, ni un beso suyo hace que desees que nunca deje de besarte, ni una caricia suya hace que los pelos se te pongan de punta. Ni un te quiero suyo hace que el mundo deje de girar. Ni el futuro que te imaginas ahora, tiene algo que ver con el que habías creado, aquel que no cambiarías por nada del mundo.
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