Es verdad que los sentimientos cambian, como una herdida que se cura, pero queda la cicatríz y sigue doliendo. No de la misma manera, pero si lo suficiente como para llorar cuando nos vuelven a golpear en el mismo lugar.
La herida vuelve a sangrar, debe volver a curarse, volver cicatrizarse...
Lo que yo me pregunto es si algún día desaparecerá por completo, o si siempre será un juego de rol, una continua lucha contra mis propios sentimientos y este dolor que me casuan.
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