Tan incomparable, como el azucar de la sal, como el blanco del negro, como una sonrisa de una lágrima. Como el frío del calor. Besarte del no poder hacerlo. Abrazarte del echarte de menos.
Tan incomparable como tus labios de los de otro, tus brazos, tu forma de mirarme. Incomparable todo lo que siento cuando vuelvo a tu lado. Las sonrisas que me sacas, las cosas que me dices, tus caricias y las coquillas en mi espalda. Inconfundible el dolor de barriga cuando te alejas.
Incomparable todo lo que sentí con lo que siento, incomparable todo lo que deseé y lo que está sucediendo, mis sueños de la realidad.
Incomparable lo que él me hizo creer y lo que tú me demuestras. Incomparables sus palabras falsas de tus besos sinceros.
Incomparable lo mucho que me afectó, de lo poco que me importa ahora.
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