Puedes fingir, sonreír, intentar no pensar, o pensar en otra cosa, algo bonito, que te gusta,pero todo acaba relacionado, y no tienes escapatoria. Puedes buscar razones, o buscar el lado bueno, o transformarlo en bueno, sin saber que las transformaciones no existen. Pasar página, proponerte olvidarlo,
evitar, borrar, dejarlo pasar, dando la vuelta a la esquina encontrando.
Engañarte pensando que es una tontería, una bobada, una gran tontería, pero acabarás preguntándote el por qué entonces de la importancia. O soltar la mayor idiotez que siempre se nos suele ocurrir, sin razón alguna: paso, me da igual. Puedes escoger muchas opciones, que tal vez te hagan sentir mejor por décima de segundos,
pero que no te esconderán. Todo llega y todo pasa. Nada es permanente. Lo que hoy es malo, mañana tendrás mil razones para echarlo. Pero las cosas no se van por si solas. Aunque a mi me da igual, o no.
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