Te permites llorar una noche, una sola noche. Entera, si hace falta, pero con la condicion de que a la mañana siguiente te levantarás con ganas, con buen pie, y dispuesta a olvidar, seguir y buscar tu sonrisa donde creas poder encontrarla.
Lo asmilas poco a poco. Haces cualquier cosa para evitar recordarlo. Intentas convencerte de que quizas así estarás incluso mejor, que quizas todo haya sido algo irreal, y que te engañaste pensando que de esto podría salir algo especial. Que tampoco fue para tanto, que te precipitaste creyendo que realmente le querías, que lo único que extrañas es saber que hay alguien que se acuerda de ti, que te desea las buenas noches, que te manda un sms diciendote lo especial que eres, y lo mucho que te echa de menos, pero no a él como persona.
Despues de todo solo son unos cuantos recuerdos bonitos, que puedes contar con los dedos de una mano. Pero incluso esos pocos recuerdos no dejan de repetirse en tu cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario