Cuando piensas en los momentos que pasaste a su lado, sus brazos que te rodeaban.
Piensas en él cuando el frío te abraza, cuando la soledad te atrapa, y te ves reflejada en el cristal de tu ventana, y te sientes incompleta. Echas en falta su sonrisa.
Pero te decides a seguir, porque aunque duela ahora, aunque lo dieses todo y no bastó, sabes que mereces ser feliz. Aunque pensaras que él lo era todo, que quizás lo fue, recuérdale como lo que fue, como el que te alegró los días, las mañanas a su lado con su sonrisa al mirarte. Recuerda también las lágrimas que derramaste al echarle de menos cuando no estuvo ahí, y lo poco que le importó verte así.
Puede que ahora solo eches de menos lo bueno, pero cuando recuerdes el pasado, recuerdalo tál y como fue.
y cuando mires a través del cristal, verás que las gotas de lluvia no son ni una cuarta parte de lo que tú has llorado por él. y será entonces cuando sonreirás.
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