Ninguno hace caso al agua que queda después de la lluvia, cuando vuelve a salir el sol.
Poco importa si sobre esa agua caen lágrimas de amor, de dolor.
El agua se evapora, vuelve al aire, a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara, y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido, pero nada se pierde en realidad, cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hacen mas que decirnos, vive! Vive y ama lo que eres, como tú seas, por lo que seas, mira a lo alto del cielo, y cierra los ojos, y no te canses nunca se soñar. La vida es muy corta para no ser felices.
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